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Los estilos de crianza y sus efectos en el largo plazo

Existen innumerables teorías respecto a los estilos que asumen los padres en la crianza de los hijos y los efectos que este estilo puede tener en la personalidad de los individuos, con repercusiones no sólo en la infancia, sino también en la adolescencia y la vida adulta de los seres humanos.
A continuación se presenta un breve recorrido por las etapas del desarrollo humano que formuló el famoso médico vienés, Sigmund Freud; en las cuales es posible discernir distintos estilos de crianza que ejercen los padres en los momentos en que su hijo transita por las diferentes crisis del crecimiento.
Freud, creía que la manera como se satisfacen o se frustran las necesidades del pequeño, determina la formación de rasgos específicos que moldean la personalidad en formas singulares. Los rasgos generalizados, como el pesimismo o el optimismo, la determinación o la sumisión, son engendrados por la interacción de las prácticas de crianza de los niños y la estructura constitucional del pequeño. Freud afirmabaque no importaba cuán compleja o inteligente o educada llegara a ser la persona, la orientación general, establecida a edades tempranas, se manifiesta siempre. (Dicaprio, 2002)

ETAPA ORAL (0 a 18 o 24 meses)

Según Freud, la primera etapa crucial en la vida de todo ser humano abarca del nacimiento a los dos años de edad. Nombró a esta etapa ORAL, debido a que el bebé en este periodo de su vida enfoca toda su atención hacia la boca, ya que esta parte del cuerpo es la principal fuente de placer, pero también de frustración para el pequeño.
“Durante el periodo oral, el niño encuentra por primera vez el poder de la autoridad en su vida, una autoridad que limita las actividades de búsqueda del placer.” (Dicaprio, 2002) La diversión que obtiene el pequeño de chupar, morder, masticar o vocalizar se puede ver sobreestimulada o restringida muy pronto por quienes lo cuidan.
En algunos casos, la madre o el cuidador en turno, está tan al pendiente de las necesidades del pequeño que puede llegar a sobreestimularlo oralmente, a este estilo de crianza lo llamaremos “Estilo Sobreprotector”. ¿Cómo se logra esto? El bebé prácticamente no tiene qué hacer ningún esfuerzo para obtener la satisfacción oral, ya que, de manera automática se le da alimento, o se le coloca el chupón en la boca todo el día; también se usan de manera desmedida, mordederas o se deja que el pequeño se succione ya sea un dedo, varios o toda la mano. Es decir, el bebé no requiere de mucho esfuerzo para obtener la satisfacción de sus necesidades; esto, trae como consecuencia, que el pequeño perciba al mundo como un lugar seguro, un lugar en donde va a obtener lo que quiere y lo que necesita, sin ningún esfuerzo, como se diría coloquialmente “solo por su linda cara”; la concepción que le queda al bebé acerca de sí mismo es, entonces, la de ser el “centro del universo”; todo esto se podría resumir en una frase, el pequeño se queda con la idea de que “el mundo gira a su alrededor y todos los que están ahí, están para satisfacer sus demandas, sean las que sean”.
Es con este tipo de crianza que se integran las siguientes características o rasgos de personalidad:
Engreído
Presumido
Egoísta
Manipulador
Optimista
Crédulo
Necesidad de ser admirado
Necesidad de ser el centro de atención

Estas características son típicas de un tipo de personalidad al cual los psicólogos llamamos actualmente Personalidad Narcisista; las características y conductas de estas personas suelen ser fácilmente identificables sobre todo en la adolescencia y en la adultez:
En general se muestran seguros de sí mismos ante los demás, imaginan que todo mundo les debe rendir tributo, o por lo menos que todo mundo los admira, necesitan que los demás les recuerden lo inteligentes o bellos que son. Se molestan fácilmente con quienes les rodean si estos los ignoran o si se niegan a seguir sus órdenes. Suelen ser altaneros y creen que no deben ser tratados igual que los demás, buscan tener derechos especiales y exigen ser los primeros en ser atendidos; suelen ser ambiciosos pero prefieren explotar a los demás, ya que les molesta el trabajo rudo. Las profesiones u oficios que suelen escoger en la adultez tienen que ver con actividades donde se le coloque como figura de autoridad. Las profesiones u oficios en donde se encuentran marcados rasgos narcisistas son: sacerdotes, médicos, abogados, maestros, políticos, psicólogos, nutriólogos, administradores, personas que se dedican al arte o al deporte profesional, entre otros muchos.
En la etapa oral, existen los padres sobreprotectores, pero también existen los padres con un estilo totalmente opuesto: “padres frustrantes”. ¿Cómo se frustra a un pequeño de los 0 a los 2 años? Muy sencillo, los padres no atienden las necesidades del niño cuando este las expresa a través del llanto, suelen restringir la conducta de chupar, morder o masticar, ya sea alimentando al pequeño en horarios rígidos, o peor aún, descuidando al niño de tal modo que pasa hambre. Esto, por supuesto, trae como consecuencia una concepción un tanto pesimista del mundo; el pequeño puede concebir al mundo como un lugar cruel y de sufrimientos, y la concepción que se forma de sí mismo depende de su fortaleza constitucional, ya que aquí se presentan dos opciones: por un lado tenemos al pequeño que comprende que el mundo es cruel, y que quienes están ahí tienen más habilidades y conocimientos que él, por tanto integra la idea de que debe esperar a que quienes le rodean le indiquen qué hacer, cómo hacerlo y a qué hora hacerlo, es decir, se forma una imagen de sí mismo como subordinado a las circunstancias y a los que lo rodean. Las características de personalidad que se desarrollan son:
Inseguridad
Baja autoestima
Pesimismo
Pasividad
Autodesprecio
Dependencia
Actualmente a este tipo de personalidad se le llama, Personalidad Dependiente: suelen ser personas que se les dificulta tomar decisiones por más sencillas que estas sean, piden opinión y apoyo constante a quienes les rodean; prefieren obedecer órdenes que darlas, ya que tienen severos conflictos para asumir un rol de líder; incluso cuando se enojan o molestan con alguien suelen no decirlo, al menos no de manera directa. Suelen practicar la agresión pasiva, es decir, nunca confrontarán a alguien, pero hablarán mal de él a sus espaldas para hacerle mala fama o desprestigiarlo. Su autoestima se alimenta de lo que los demás opinan de ellos, es por eso que fácilmente se sienten heridos; aunque no son rencorosos debido a que de manera automática prefieren limar asperezas y continuar con las relaciones interpersonales que ya ha establecido, por dañina o enferma que esta sea. Los dichos clásicos que nos indican rasgos de personalidad dependientes son: “Un clavo saca otro clavo”, ya que un dependiente no suele dejar una relación de pareja hasta que encuentra a otra pareja. “Yo opino lo mismo que los demás”, suele contestar ante cuestionamientos respecto de su posición hacia un tema o un debate. Este tipo de personalidad tiene tendencia hacia profesiones u oficios de atención a los demás, o en donde se requiera sacrificar un tanto la propia opinión, por ejemplo: enfermeras, secretarias, asistentes, auxiliares, etc.
Por otro lado, en la misma etapa oral, con el estilo frustrante de crianza, el pequeño con una constitución más fuerte y energética, puede integrar el concepto del mundo como un lugar cruel; pero su reacción puede ser una posición activa, no pasiva; es decir, “Si el mundo es un lugar cruel donde nadie te da nada gratis, tú eres el único que puede conseguir las cosas, por tu propio esfuerzo”, porque “nadie te dará nada sin esperar algo a cambio”, “si quieres algo, debes luchar y conseguirlo, de ti depende”, entre otras, estas son frases de individuos que reaccionaron de manera activa ante un mundo lleno de frustraciones. Las características de personalidad que se integrarán son las siguientes:
Pesimismo
Desconfianza
Envidia
Tendencia a ser controlador
Celoso
Posesivo
Suspicaz
Perspicaz
Estas características conforman lo que actualmente llamamos un perfil de Personalidad paranoico o Personalidad paranoide. Estas personas desde su infancia y durante toda su vida suelen ser desconfiadas, posesivas y celosas. Cuando alguien es amable con ellos se despierta su suspicacia y está seguro de que en algún momento el otro le va a “cobrar” las atenciones; o peor aún, vislumbran dobles intenciones en todas las actitudes y conductas de quienes les rodean, es por eso que “no confían ni en su sombra”. Su dificultad principal la encuentra en las relaciones interpersonales, ya que los demás los describen como perseguidores e hipervigilantes. Suelen escoger profesiones y oficios relacionados con encontrar los defectos o desvíos de los demás, es típico que funcionen muy bien como vigilantes, policías, abogados, supervisores (sobre todo en las áreas de calidad), cobradores, contadores, auditores, etc.

ETAPA ANAL (2 a 3 años)

Entre los 2 y los 3 años de edad, el pequeño pasa por la crisis de la Etapa Anal, Freud le llamó así, ya que la parte del cuerpo que se convierte en el centro de atención de los pequeños son los esfínteres, más específicamente el esfínter anal. ¿Por qué es tan importante el esfínter anal a esta edad? Hasta la fecha, un niño de esta edad no tiene voz ni voto en ninguna actividad que le concierna, esto lo podemos visualizar analizando lo que los padres de niños menores de 2 años hacen: lo despiertan, lo alimentan, lo duermen, lo llevan y lo traen, a la hora que el adulto quiere; lo encargan con alguien más, lo bañan, lo peinan, cuando los adultos quieren; es decir, el niño, hasta esta fecha tiene un grado de autonomía y autosuficiencia muy limitado; es entonces que se da el gran descubrimiento: ¡hay algo que puede controlar! ¡hay algo en lo cual los adultos por más que intenten, no pueden gobernar! Esto es: defecar o no defecar, abrir o cerrar el esfínter anal, es la primera actividad totalmente controlada por el pequeño; esto lleva el asunto a niveles muy importantes, ya que los padres del pequeño, al estarlo entrenando para que deje el pañal, tienen especial interés en que este aprenda a orinar y defecar en los lugares adecuados. Ante este interés por parte de los padres, “el niño parece derivar verdadero placer de la acumulación, retención y expulsión de la materia fecal, un pasatiempo que pronto lo pone en conflicto con quienes ejercen autoridad en su vida” (Dicaprio, 2002).
Y nuevamente, podemos encontrar dos estilos básicos de crianza en esta etapa: la primera en donde los padres son muy estrictos y quieren rápidamente que el niño aprenda a controlar esfínteres (padres rígidos) y la segunda, donde los padres se muestran permisivos e indulgentes, ya sea dejando que el niño defeque en cualquier lugar, o con el uso del pañal a una edad mayor de 3 años (padres permisivos).
En el primer caso, los padres rígidos, suelen hacer mucho énfasis en que el niño permanezca limpio, esto no se limita únicamente a el control de esfínteres, sino también a diversas áreas, como por ejemplo, a la hora de la comida, quieren que no ensucie demasiado los muebles o su ropa; o en la habitación donde duerme, buscan que el niño esté en un ambiente de orden y limpieza. Esto trae como consecuencia que el niño sobrevalore el orden, la limpieza y en general el cumplimiento de reglas y procedimientos, así tenemos que en la adolescencia y en la adultez se pueden presentar las siguientes características:
Ordenado
Cumple reglas
Ahorrativo
Limpio
Puntual
Respetuoso
Obstinado
Rígido en sus creencias
La personalidad obsesivo-compulsiva, como se ha llamado a este patrón característico de comportamiento, es muy apreciada en los ambientes laborales, ya que la personas con este tipo de carácter, suelen ser excesivamente trabajadoras (adictos al trabajo), consideran una pérdida de tiempo descansar o realizar actividades recreativas; incluso es probable que se presenten a trabajar a pesar de estar enfermos. Suelen ser avaros en su estilo de manejo del dinero, ya que siempre están ahorrando con vistas a catástrofes futuras. Cumplidos, ordenados y muy exigentes en la limpieza. Ponen mucha atención a los detalles y suelen ser quisquillosos en muchas áreas de su vida. Como tienen una tendencia a la acumulación, suelen guardar objetos que “podrían ser útiles en algún momento”, tienen dificultades para desprenderse de las cosas. Establecen rutinas más o menos rígidas para realizar sus actividades del día y si estas se ven modificadas por alguna circunstancia, suele frustrarse fácilmente y reaccionar en demasía. Como pareja, suelen ser fieles, no sólo por el seguimiento de reglas, sino por el miedo a “contagiarse de algo”. Las profesiones u oficios en los cuales funciona mejor una persona con estas características son todas aquellas donde se requiera seguir procedimientos estandarizados, existan manuales de operación, y se requiera cumplir indicadores, por ejemplo: las diversas ingenierías existentes, arquitectos, médicos, contadores, abogados, maestros, odontólogos, bibliotecarios, mecánicos, electricistas, etc.
Por otro lado, en la etapa anal, los padres que dejan que "la naturaleza agarre su rumbo", que permiten que el niño use el pañal más tiempo del debido; o aquellos que desnudan a su hijo de la cintura para abajo, le colocan “chanclas de plástico”, a fin de que el niño se sienta libre de defecar donde y cuando quiera, “al cabo, está chiquito”. Este tipo de padres, lo que no enseñan es a tener límites, a cumplir reglas, por lo tanto las características de personalidad que integrará el pequeño serán:
Desordenado
Trasgrede reglas
Despilfarrador
Sucio
Impuntual
Irrespetuoso
Informal
“Se lleva la vida leve”.
A este tipo de personalidad se le conoce como: personalidad antisocial. Anti-contra y social-sociedad, es decir, una personalidad que va en contra de las normas sociales. (Aquí se debe aclarar que muchas personas usan el término Antisocial, para referirse a individuos tímidos y retraídos; en el lenguaje de la psicología moderna esto no es correcto, ya que a las personas tímidas y retraídas se les ha llamado: Esquizoides). La manera de vivir de un antisocial es muy relajada, ya que su actitud ante la vida y las presiones del tiempo es de indiferencia y tranquilidad; por lo regular no les importa la puntualidad, el orden, la limpieza, y mucho menos el cumplir con itinerarios. Les encanta la fiesta y son muy sociables. Gustan de ser naturales, espontáneos y por tanto suelen meterse en dificultades como embarazos a temprana edad, riñas, despidos por ausentismo, problemas legales por falta de pago, etc. Bien canalizadas, las personas con rasgos antisociales, pueden funcionar muy bien en áreas como: derecho, psicología, diseño y todo tipo de artes, mercadotecnia, relaciones públicas y toda actividad donde se requieran personas rápidamente adaptables, creativas y espontáneas.

Etapa fálica (3 a 6 años)

La etapa fálica tiene lugar entre los 3 y los 6 años de edad. Freud le llamó fálica, porque el centro de atención, tanto del niño como de la niña es el pene (también llamado falo). ¿El centro de atención del niño y de la niña, es el pene? Sí, las diferencias físicas entre hombres y mujeres suelen convertirse en el centro de atención en esta etapa, es así que la niña puede preguntar a sus padres, “¿porqué los niños tienen eso que les cuelga ahí, y las niñas no?”. En esta etapa los genitales suelen cobrar especial importancia y, el pequeño o pequeña, puede pasar mucho tiempo autoexplorándose. Es decir, en esta edad es normal e incluso esperable que los niños y niñas se toquen sus genitales, lo cual puede llegar a ser incómodo para los padres, ya que los niños suelen no tener reglas prohibitorias al respecto y lo pueden hacer en público o en la calle. Es aquí donde los padres comienzan una tarea importante para el desarrollo adecuado del niño: la educación sexual y moral. A esta edad, lo recomendable es orientar al pequeño sobre los lugares donde es correcto autoexplorarse, y donde no es correcto (ejemplo: correcto, en el baño o en la recámara y cuando estés a solas– incorrecto, en público o que alguien más te toque).
Es en esta etapa donde el niño atraviesa por el famoso “Complejo de Edipo”, y la niña el “Complejo de Electra”. Para entender mejor estos procesos, es necesario recordar tres cosas: 1) a esta edad (3 años) el pequeño ama a sus dos padres de manera muy intensa, los admira y los ve como lo más hermoso, hábil e inteligente del planeta, 2) a esta edad, el pequeño ya ha integrado algunas normas morales, pero su conciencia moral aún está inmadura, así que a este nivel ha integrado que las personas se casan, y que generalmente es un hombre con una mujer, y 3) El niño aún no integra la regla moral que prohíbe el “matrimonio” entre personas consanguíneas, es decir, aún no tiene idea del “tabú del incesto”. Con estos antecedentes, es fácil de entender porqué, en algún momento, al llegar el niño o la niña a los 3 años, comienza a acercarse más al padre del sexo opuesto. El discurso de la niña puede ser: “Como mi papá es el más hermoso, inteligente y fuerte del planeta, cuando crezca me voy a casar con él”. Este tipo de discursos lo encontramos tanto en niños como en niñas, y nos indica de manera clara, la idealización de los padres, y la integración de la norma: “para casarse debe ser un hombre y una mujer”. Es entonces cuando el padre del mismo sexo del pequeño, se convierte en un “rival” con quien se compite para obtener la atención y el amor del padre del sexo opuesto. Así que, a esta edad, es bastante frecuente encontrar a niños y niñas que se molestan cuando papá y mamá se hacen cariños mutuamente.

¿Cómo se resuelve adecuadamente el Complejo de Edipo?

Muy sencillo, el pequeño debe comprender que no puede competir en la relación que tienen papá y mamá. Además, en algún momento, acercándose a los 6 años, integran la regla moral que prohíbe el incesto (o por lo menos su noción), así que el pequeño termina cambiando su discurso: Ya no es: “cuando crezca me voy a casar con mi mamá”, ahora es: “cuando crezca me voy a casar con alguien como mi mamá”. “Si lo que quiero es que cuando crezca pueda conseguirme alguien como mi mamá, entonces debo ver cómo hizo mi papá para conseguirse a mi mamá”, este razonamiento es el que lleva al pequeño a identificarse con el rol de género que le corresponde, ya que comienza a imitar la conducta del padre del propio sexo a fin de adquirir sus habilidades, actitudes y conductas, todo con el fin de “conseguir a alguien como…”. En resumen, resolver el complejo de Edipo, trae como consecuencia la correcta identidad del rol sexual en los pequeños.

¿Qué tipo de padres logran que sus hijos superen adecuadamente el complejo de Edipo?

Los padres nutricios: estos padres están atentos a la formación ética y moral de sus hijos, de tal modo que van resolviendo las dudas que este pueda tener al respecto. La manera en que se maneja la información sexual es natural y sin instalar miedos o mitos a los niños, pero sin adelantarlos en la información (se debe contestar solo aquello que fue preguntado). Como pareja son unidos y están bien ubicados respecto a su función de padres. Los padres pueden establecer relaciones cercanas y cariñosas con sus hijos, pero siempre con la visión de que son las figuras de autoridad.

¿Y las razones por las cuales no se resolvería adecuadamente el Complejo de Edipo?

Existen innumerables razones por las cuales no se resuelve adecuadamente el Complejo de Edipo, una tiene qué ver con la ausencia física y/o psicológica de alguno de los padres; otra, con relaciones de pareja patológicas en donde existe el maltrato o abuso, el niño suele identificarse con el padre que infringe el abuso, o con el padre-víctima, la dinámica familiar nos indicaría con quién y por qué. Otra razón, tiene qué ver con que alguno de los padres hace pensar al pequeño que realmente puede competir en la relación entre padre-madre, ya sea haciendo caso a sus celos (“ahora no te acerques, porque el niño se pone celoso”), o porque alguno de los padres tiene una conducta de mucha preferencia por el pequeño, muy por encima de la que muestra por la propia pareja.

¿Qué tipo de padres evitan que sus hijos superen adecuadamente el complejo de Edipo?

Los padres tóxicos: estos padres delegan la formación ética y moral de sus hijos, a las instituciones (guarderías, escuelas, etc.) o a los medios de comunicación (principalmente la televisión y actualmente el internet). Como pareja no funcionan bien, ya que suelen tener conflictos constantes e involucran a los hijos de manera inadecuada. Las relaciones emocionales que establecen con sus hijos son ambivalentes (te quiero-te odio), esto trae como consecuencia que se instalen características como:
Teatralidad
Seducción
Coquetería
Vanidad
Superficialidad
Gusta de llamar la atención
Estos rasgos conforman lo que actualmente llamamos: Personalidad Histriónica (Histrión-actor). La conducta de los histriónicos es fácil de observar, ya que suelen ser excesivamente expresivos, exagerados en su forma de hablar, de vestir, de gesticular y en su forma de procesar los eventos que les suceden en la vida; es muy común que un histriónico platique “a todo el que se deje”, sus penas, sus alegrías, lo que piensa, etc., generalmente suelen ser ruidosos y muy sociables ya que gustan de llamar la atención, esto también se les nota en su forma de arreglarse y vestir, ya que suelen escoger prendas llamativas y colores que no pasan desapercibidos. Su alegría y su tendencia a ser seductores hace que los demás los vean como simpáticos, aunque un poco superficiales. Tienen severas dificultades para ser fieles, ya que su deporte favorito es la “conquista”, se ha descrito a los histriónicos como “cazadores” de aventuras; es bastante frecuente que se muestran interesados en personas que se “hacen los difíciles” y en cuanto obtienen su atención (logran la conquista), pierden el interés y van tras otro objetivo. La frase coloquial: “prendes el boiler y no te metes a bañar”, describe su conducta de manera más exacta, ya que la satisfacción la obtienen al lograr atraer a otros (por todos los medios posibles), es decir, en la coquetería; sin embargo, al ver que el asunto pasa a algo más formal o más íntimo, huyen del compromiso.
Se han distinguido dos tipos de histriónico:
Aquel o aquella con rasgos muy masculinos:
En el caso de los hombres son el prototipo de “macho”, que desea demostrar su hombría a través de sus múltiples conquistas, suele elegir a mujeres muy bellas y esculturales para presumirlas cual si fueran trofeos; también suele presumir que no solo tiene una pareja, que es capaz de tener varias al mismo tiempo. Su manera de vestir y comportarse es totalmente masculina, incluso puede llegar a extremos a fin de denotar su masculinidad (un ejemplo lo encontramos en los hombres que buscan cumplir las famosas “F”: “feo, fuerte, formal e incluso le agregan “fodongo”). Una típica frase dicha por un histriónico de tipo asertivo (así se le llama), es: -“¡¿Usar shampoo “Ego”’?! ¡Eso es para los mariquitas!”. Sus preferencias de consumo siempre estarán enfocadas a mostrar su hombría y masculinidad, así que el anuncio: “¿Y la Cheyenne, apá?” daría resultado en su caso.
En el caso de las mujeres histéricas asertivas, suelen ser muy masculinas en su conducta, es decir, se comportan de manera competitiva, suelen ser muy rudas y rivalizar con los hombres (esto no necesariamente implica que tengan preferencias homosexuales). Su manera de llamar la atención es a través de su inteligencia, sus logros y éxitos laborales o a través de hazañas de tipo físico (deportes). Se muestran dominantes en sus relaciones interpersonales, son ambiciosas y aunque su apariencia es femenina, suelen recurrir poco a vestidos, faldas o a ropa y accesorios que consideren innecesarios o poco prácticos. Les gusta ser líderes y muchas veces pueden tener como prioridad la vida profesional y laboral, por encima de “conceptos románticos” (desde su punto de vista), como el matrimonio o la maternidad.
El segundo tipo de histriónico es, por otro lado, alguien que ha integrado características muy femeninas:
Encontramos el caso de los hombres a quienes actualmente les llamamos “metrosexuales”, los cuales suelen cuidar mucho de su apariencia personal, son refinados en sus gustos y modales (no necesariamente amanerados), y suelen llamar la atención a través de una conducta típica de “galán seductor”. Pasan muchas horas en el cuidado y arreglo personal; buscan estar “a la moda” y suelen preferir actividades u oficios en donde se requiera vestirse y actuar de manera “formal”. Este tipo de personalidad es llamada: histriónico no asertivo.
Por otro lado, la mujer histriónica no asertiva, suele ser el prototipo de “femineidad”, ya que su atuendo y apariencia personal suelen ser exageradamente femeninos; busca llamar la atención a través de un cuerpo escultural, por lo que es asidua consumidora de gimnasios, cirugías, cremas, “menjunjes”, y todo tipo de cosmético para mejorar la apariencia. Suelen preferir ropas que descubran sus encantos femeninos y hacen uso desmedido, muchas veces de accesorios multicolores para acentuar su ropa o maquillaje. Es el tipo de mujer que tardará horas en arreglarse, que gusta de llamar la atención de todos los hombres a través de su conducta sensual y seductora. Suelen preferir actividades laborales donde sean el centro de atención, como. actrices, cantantes, conductoras, reporteras, incluso encontramos muchas maestras, psicólogas, nutriólogas, médicas, etc.

Periodo de Latencia (6 a 12 años)

“Freud sostenía que este periodo implicaba la consolidación y la elaboración de los rasgos y habilidades previamente adquiridos, sin que aparezca nada dinámicamente nuevo” (Dicaprio, 2002).
Se consolida la personalidad a través de la influencia de los padres, las personas sanas, incorporaron rasgos de todos los tipos de personalidad, algunos en mayor dimensión que otros, y esto es lo que hace a cada persona única y especial en sus características.
La tarea más importante de los padres, radica en apoyar a los hijos en la canalización adecuada de sus rasgos de personalidad. Esto traerá como consecuencia, más adelante, que cada uno encuentre su vocación en la vida. También, en esta etapa el niño sigue aprendiendo de lo que ve, por lo que la conducta de los padres se convierte en un modelo a seguir, así que es mejor que todo padre o madre recuerde que: “La palabra convence, pero el ejemplo arrastra”.

Etapa genital (de los 12 años en adelante)

La etapa genital comienza con la pubertad y constituye el último periodo significativo del desarrollo de la personalidad según Freud. Le llamó genital, debido a que en esta fase de la vida de los individuos se da la unificación de la personalidad y se ponen de manifiesto, de manera evidente, los instintos sexuales. (Dicaprio, 2002).
Es desde este momento, que se expresa de manera evidente la personalidad de cada individuo, la cual articuló a través de la influencia, consciente o no, de los padres. ¿Por qué es esto tan trascendente? En general, nuestra personalidad determina: nuestra manera de ser y hacer las cosas, la profesión u ocupación que se desea ejercer, el tipo de pareja que escogemos, incluso, la manera en que manejamos el estrés. Por ejemplo, en la manera de manejar el estrés o la tensión, encontramos que aquellas personas que reaccionan ante el estrés comiendo más, tendrían una “fijación” en la etapa oral, y el estilo de crianza de sus padres fue sobreprotector. Aquellas personas que pierden el apetito, tendrían también una fijación oral, pero sus padres fueron frustrantes. Otras personas suelen padecer “colitis nerviosa” cuando están tensos o estresados, signo inequívoco de una “fijación anal”, en donde los padres ejercieron una estilo rígido; muy al contrario, existen aquellos que reaccionan al estrés físicamente con diarrea, podremos suponer una “fijación anal”, pero un estilo de crianza permisivo. Por último, están las personas que ante el estrés, sufren desmayos, hacen “teatro”, le cuentan a todo mundo sus penas, sufren de parálisis, cegueras, prurito, entre otros variados y llamativos síntomas, desde luego, esto es clásico de personalidades histriónicas.


Bibliografía
Dicaprio, N. S. (2002). Teorías de la personalidad. México: Mc Graw Hill.

Comentarios

  1. Que completo e interesante este articulo, fácil de entender, considero que desde la perspectiva de Freud, toda su teoría tiene mucho de lógica.

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  2. Original artículo. No he encontrado ninguno en la red que relacione las fases psicosexuales de Freud con los trastornos de personalidad. Me gustaría ampliar información .Enhorabona
    Juan

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